Jinetes del Extasis (2008)

 “Este disco fue grabado en vivo. Para su mejor apreciación, escucharlo fuerte.” Una advertencia fuerte, directa y concreta. Con esas simples oraciones, los Jinetes del Extasis definen el sonido que lograron en este debut discográfico. Mucho se habló de este cuarteto y poco había para escuchar, más allá de lo que está en myspace. En vivo, suenan con la furia de una descarga desenfrenada de rock moderno. En este disco, también. Entonces la recomendación que sugieren, vale la pena. Es para poner el cd, levantar el volumen y dejarse captar por los trece temas que componen esta gran placa. Grabado en los estudios Godzila, producido por JX, las sensaciones psico-rockeras va in crescendo con el paso de los tracks. A medida que éstos transcurren, la banda logra un clima en donde quien escucha se compenetra en el sonido casi como posesionado por la energía que se percibe en su música. Acordes distorsionados en la medida justa, estribillos –de pronunciación oscura, pero de palabras soltadas en un inglés perfecto– cantados con la garganta ardiendo de tanto gritar, sobre una base súper power que incita a no quedarse quieto en ningún momento, son los materiales que predominan en la composición. Pero también hay un espacio low down, con “Not one more day” o “Dear miss Loneliness”. En booklet no tiene letras, ni nombres, ni agradecimientos. Sólo imágenes de una modelo, que al desplegarse y muestra al dorso al grupo en un momento de máxima expresión sonora. La recomendación que hacen los JX es perfecta. Porque apreciar este ansiado disco, requiere de una dosis alta de volumen. De esa saturación que no es recomendable para la salud auditiva, pero que permite desarrollar y disfrutar un nivel de rock de una manera distinta, como hace rato no ocurría. Si algo le faltaba a Jinetes del Extasis para ser parte del mainstream, era esto. Un disco en donde pudieran mostrar por qué son considerados una de las mejores bandas de rock de la ciudad. Ahora, las pruebas no se remitirán sólo al vivo.